La suspensión de la Romería del Rocío a lo largo de la historia (1653 – 2021)

El pasado 22 de enero la Hermandad Matriz de Almonte daba un comunicado sobre la noticia de la suspensión de la Romería del Rocío, que debía de celebrarse en los próximos días 21 al 24 de mayo. Como ocurrió con la suspendida romería del pasado año 2020, se ha formado una comisión para volver a celebrar Pentecostés en la Parroquia de la Asunción con todas las medidas de seguridad pertinentes. Nuestra Señora del Rocío permanece en la parroquial de Almonte desde agosto de 2019 por cumplirse el ritual de los Siete años en sus Venidas al pueblo, desde entonces, con la llegada de la pandemia del Covid-19 meses más tarde, la Imagen de la Virgen no ha podido retornar a su santuario en la Aldea del Rocío ni celebrar las procesiones por la localidad ni la del famoso Lunes de Pentecostés.

La Romería del Rocío tiene origen cuando a la Virgen del Rocío fue nombrada Patrona de Almonte el 29 de junio de 1653,  estableciéndose por el Regimiento y Justicia de la Villa una fiesta anual en su honor cada año, eligiéndose el día del Dulce Nombre de María, el 17 de septiembre (aún no se celebraba el 12 como actualmente). Por entonces, esta celebración se denominaba como la “Fiesta de Ntra. Sra. De Las Rocinas o del Rocío”, pasando al siglo XVIII como la “Función principal del Rocío”, derivando en el siglo XIX a la actual “Romería del Rocío” o localmente como “Rocío Grande”.

La fiesta de Ntra. Sra. De Las Rocinas era una fiesta puramente local, con una duración de un día. Se vio enturbiada en sus principios a consecuencia de la Guerra de Restauración de Portugal, una serie de enfrentamientos armados entre el reino de Portugal y la Monarquía Hispánica entre los años 1640 y 1668. La Guerra de Restauración de Portugal tuvo en la frontera onubense una tremenda incidencia, los territorios rayanos y sus poblaciones sufrieron las terribles consecuencias de una guerra que enfrentó a portugueses y españoles. La población de Almonte y villas colindantes, se vieron indirectamente afectadas por la guerra. El tránsito de los tercios españoles desde Sanlúcar de Barrameda hasta la Plaza de Ayamonte, arruinaron estas villas y sus arcas municipales. Se debía de proveer a los tercios de bagajes, como de alojamiento, comida, dinero y paja para la caballería.

En enero de 1658, se envía un emisario municipal al Puerto de Santa María a dar queja al Duque de Medinaceli para que los 175 soldados irlandeses que están alojado desde hace 40 días en Almonte, se muden a otro lugar por tener la población “Destruida y necesitada”. En julio de 1659 se acuerda que por el Concejo de los propios de este cabildo se paguen al alcalde Francisco de Cabrera y Palencia, 2.237 reales por haberse gastando por orden suya en diligencias para que no se alojaran en esta villa el tercio de irlandeses del maestre de campo Gualtero Dongan. El acuerdo efectuado anteriormente en 1659 para que se haga la Fiesta de Nuestra Señora del Rosío, esté motivado a que la Fiesta del pasado 1658 no se celebrase, ya que el tercio de irlandeses cometió todo tipo de desmanes en el pueblo y provocó que “más de cuarenta vecinos se fueran a la tierra de Sevilla”. El 29 de enero de 1668 se acuerda que: “…por cuanto este cabildo hizo juramento de defender la pureza y limpieza de Nuestra Señora, a quien tomó por abogada y patrona de esta villa, y de hacerle en cada un año por septiembre de cada año y hace tres años que no se hace la dicha fiesta, acordó este cabildo que se haga la fiesta y se libre lo que importare de los propios de este consejo…”. Es decir, las fiestas de los años 1665, 1666 y 1667, no se celebraron, el ahogamiento económico de la Villa seguía vigente afectada por los tercios. No volveremos a tener noticias de la celebración de la fiesta a Nuestra Señora del Rocío hasta mayo de 1670, por lo que podemos pensar que en 1668 y 1669 tampoco se celebrase. En esta nueva etapa religiosa en el pueblo, la fiesta a su Patrona se mudó de septiembre a Pentecostés en aquel año de 1670.(1)

Durante la guerra, la plaza pública de Almonte fue punto de encuentro de los distintos tercios que por la villa pasaban, como el tercio de Pablo Gualtieri, de la Real Armada Hipólito Centurión, en 1664, donde convocó a sus soldados con armas para amedrantar a la población cuando estos se negaron a proporcionar bagaje.

Ya entrado el siglo XVIII, nos trasladamos a 1707, donde José Pinto, el Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de Las Rocinas de Almonte, hoy Matriz, solicita al Ayuntamiento de Almonte transferir el día de la celebración de la fiesta a otro día por no poder celebrarla, o, se trasladase la Sagrada Imagen de la Virgen a Almonte. La respuesta por parte del consistorio fue que en ningún modo la fiesta debía de transferirse y que debía celebrarse el día que venía realizándose por costumbre.(2) El cabildo propuso a José Pinto que si no podía realizarla, que lo hiciera otro año. Recordemos que por entonces, la celebración de la Romería del Rocío recaía en la figura del Hermano Mayor. Desconocemos finalmente si ese año fue suspendida.

El 1 de noviembre de 1755 se produjo el llamado gran Terremoto de Lisboa del cual el seísmo hizo estragos en Portugal, España y Marruecos. Según un informe emitido desde Almonte, el terremoto duró un cuarto de hora. Hizo bastante daño en las Iglesias y casas, aunque no sucedió desgracia de viviente. El Palacio del Coto de Doña Ana, propio de dicho Excelentísimo Señor Duque de Medina Sidonia, se sintió algo por la torre, aunque levemente. La venta inmediata quedó indemne, pero no así la ermita de Nuestra señora del Rocío, cuyo daño se apreciaban en 2.000 ducados.(3) Rápidamente fue trasladada la Virgen a la Iglesia de la Asunción.  La larga estancia de la Virgen en su pueblo durante esos años después del terremoto, está llena de incertidumbre. No tenemos noticias de la celebración de su romería, pero obviamente si se debió de producirse, debía de realizarse en el pueblo, ya que su santuario estaba en reforma, pues la nave principal quedó destrozada. Por ello, se llevó una gran ampliación del edificio que perduró hasta 1963.

Tenemos noticias de la permanencia de la Virgen en la Parroquia el 19 de diciembre de 1756 y el 26 de marzo de 1757. Justo en 1757 fue nombrado Hermano Mayor, pedro Barrera y Abreu y en 1758 a Felipe Moreno.(4) ¿Celebraron estos Hermano Mayores en Pentecostés la romería en Almonte? La Virgen pudo volver en el mismo 1758 a su nueva ermita, pues en 1760 fue nuevamente trasladada a Almonte, pero en este caso por la epidemia de tercianas.(5)

Santuario del Rocío tras la reforma de 1756-1758. Grabado del siglo XIX.

En 1808, las tropas napoleónicas invaden la península, la pretensión de Napoleón de instalar en el trono de España a su hermano José Bonaparte se hacía realidad. España entraba en guerra contra los invasores. El día 3 de junio, las autoridades de Almonte fueron avisadas oficialmente de la probable invasión de Andalucía por el Guadiana. Ante este peligro, el 11 de enero fue trasladada la Imagen de Nuestra Señora desde su ermita a la parroquial en devota procesión con admirable admiración de los que se encontraban presentes. En  Abril de 1810, se establece finalmente en Almonte la Milicia Cívica a cargo del Coronel Manteau, quien con cien dragones de la caballería del príncipe y de la su propio, obliga al pueblo almonteño a servir en clase de cívicos bajo las durezas de sus órdenes. Desde junio, los ejércitos de ocupación francés de Almonte y el resto de los pueblos de la tierra llana de Huelva estaban bajo la administración del distrito de Moguer, y ejercida por el capitán Pierre D’ Ossaux, del 4º regimiento de cazadores a caballo españoles que instalan su cuartel general  en Almonte.(6)

¿Qué ocurrió esos años con la Virgen del Rocío y su romería?

No consta documentalmente el regreso de la Blanca Paloma a su ermita después de que fuese sido trasladada al pueblo en 1809. Muchos especulan de su permanencia en la Villa durante la invasión, pero es muy probable que no fuese así. Una curiosísima reclamación en 1809 presentada al Consejo de Castilla por el vecino Domingo Castellanos, nos ayuda a documentar la prohibición de la Romería del Rocío al referir que: “con el motivo de las actuales circunstancias de la Guerra no se ha hecho la Función que todos los años se celebra a Nuestra Señora del Rocío en su ermita”. Como abastecedor del ramo del aguardiente y otros licores solicitaba la rebaja económica de la liquidación que había satisfecho por hacerse con el monopolio de la concesión ya que “…a causa de la grande concurrencia de gentes que allí se juntan hay un gran consumo de bebidas y que esto ha faltado en este año [1809]”.(7)

Con toda esta información y que durante los años de 1810 a 1813 estuvo oficiando misas en la ermita un tal Gonzalo Cabrera, ex religioso de la provincia de San Diego, que acabó quejándose al Arzobispado de Sevilla, por misiva fechada en Almonte el 19 de julio de 1813, de que los patronos de la capellanía de Baltasar Tercero no le quieren abonar las limosnas de misas oficiadas en la ermita de Ntra. Sra. del Rocío, no nos cabe duda de que la Virgen residió todo este tiempo en su santuario y no en Almonte.

Por Real Decreto de la Reina Gobernadora, Isabel II, de 6 de octubre de 1836, se ordena a las provincias (de reciente creación) que «todos los caudales, oro y plata labrados, alhajas y objetos preciosos de cualquier especie que sean sin ningunas excepciones, que existen en las catedrales, colegiatas, parroquias, santuarios, ermitas, hermandades, cofradías, obras pías. Se trataba, según el Gobierno, de que estos valores no fueran sustraídos por las partidas de los “carlistas” que se habían alzado contra el Gobierno de Isabel II. El total de plata requisada en la villa de Almonte fue de 185,93 kilos de plata (unos 150 603 euros) y depositada en el fuerte de las Angustias de Ayamonte a finales de año, Pero todo fue una maniobra engañosa del Gobierno liberal, que se quedó con una buena parte de aquella requisa de bienes de las instituciones religiosas de las ciudades y pueblos para costear los gastos de la guerra, como se desprende del Real Decreto de 9 de octubre de 1837.12 Del total de la plata requisada en Almonte, sólo devolvieron 40,79 kilos, incautaron finalmente y fundiéndola después, 145,14 kilos. Pero todo fue una maniobra engañosa del Gobierno liberal, que se quedó con una buena parte de aquella requisa de bienes de las instituciones religiosas de las ciudades y pueblos para costear los gastos de la guerra, como se desprende del Real Decreto de 9 de octubre de 1837.

Por entonces, gracias a la auspicia del Hermano Mayor, el doctor José Antonio Bravo de Laguna, pudo recuperar las alhajas de Nuestra Señora del Rocío, que sin ellas, no podía celebrarse la Romería de 1837.(8)  

A los pocos años, el Gobierno liberal da otro y definitivo golpe a las propiedades del conjunto de la Iglesia. En 1841, las Cortes Generales, presididas por el regente Baldomero Espartero, publica el Real Decreto de 2 de septiembre, declarando todos los bienes, derechos y acciones del clero secular, es decir catedrales, iglesias y cofradías, como bienes nacionales que saldrán a la venta pública a partir del primero de octubre. Le siguen otros decretos suprimiendo las manifestaciones religiosas de hermandades y cofradías fuera de las parroquias y el cierre de conventos con escasos religiosos. Por el año 1842 se suprimen todas y cualquier actividad de las hermandades y cofradías religiosas, llegando a peligrar la celebración de las funciones principales del Rocío de los años 1842 y 1843,(9) pero la gran valía de los vecinos almonteños encabezado por Antonio Martín Villa, pudo efectuarse y ejecutarse sin problema, sin la participación de las Hermandades Filiales.

Grabado de la Virgen del Rocío de la primera mitad del siglo XIX de José María Martín

Entre los años 1854 y 1856 el cólera-morbo asiático se extendió por toda España. La estadística general de Beneficencia y Salud de esos años nos ofrecen unos datos escalofriantes. Un total de 829.189 infectados, de los que 236.744 fallecieron. La provincia de Huelva perdió el 1 por 100 de su población.(10)

Este hecho motivó a que los almonteños trasladasen al pueblo a la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Rocío, en “agradecimiento por haber librado del Cólera morbo asiático, que alarmantemente ha afligido a varios pueblos limítrofes”. Se desconoce cuándo se efectuó la venida, dejando constancia de su permanencia en la localidad en abril de 1855. Este documento con fecha de 15 de abril, nos atestigua que en los años de 1854 y 1855, sí se celebró la Función del Rocío en Pentecostés. Todo lo contrario ocurriría al año siguiente, ante la llegada de un nuevo brote. El 31 de marzo de 1856 comunicaba las autoridades que componía el Ayuntamiento de Almonte, para que no se celebrase este año la romería, por encontrase esta población afligida por el cólera al igual que los pueblos limítrofes, haciéndose constar que el Hermano Mayor de Almonte, comunicase a los pueblos y Hermandades que asisten a ella por la suspensión de la misma.(11)

Varios autores apuntan a que en 1856 sí se celebró la romería por el simple hecho de la presencia en la ermita por el Duque de Montpensier y el rey viudo de Portugal,(12) que posteriormente, pasarían al vecino Coto del Rey donde se verificaría una gran cacería. (13)

El mismo gobernador civil de la provincia de Huelva, el señor Montemayor, partió al Rocío para recibir a tan augustos personajes. El periódico La Nación nos informa que el recibimiento estuvo todo lo lucido que podía ser, “atendidas las circunstancias que permite este país”. La Función  que se celebró el 12 de mayo, no estuvo todo lo concurrida como otros años. El luto que vestían muchas familias por las numerosas víctimas que ocasionó el cólera-morbo en los dos últimos años en todos estos pueblos, influyeron considerablemente la concurrencia fuera más reducida.(14)

Nada se dice que a ella asistiera hermandades filiales  ni procesionara procesionalmente la Virgen, solo de una Función el lunes, que se celebró por la presencia de Montpensier y rey de Portugal. Recordemos que entre el 29 de junio de 1855 y 20 de julio de 1855, fallecieron en Almonte por el morbo-asiático, 171 almonteños, como se registran en las actas de fallecimiento del registro civil de Almonte comprendidas entre los años 1851 y 1858. Por todo ello, no hubo romería en el año 1856, sino una Función el lunes de Pentecostés.

Comunicado de la suspensión de la Romería del Rocío en 1856. Documento fechado el 31 de marzo. Acta Capitular de Almonte.

En 1885 se suspendió la celebración del Rocío Chico por la epidemia colérica que no llegó a afectar a la romería.

No fueron tiempos fáciles para la vida religiosa en España cuando se proclamó la II República en abril de 1931, hechos que desencadenaron una serie de acontecimientos anticlerical como el acaecido en febrero de 1932 con la retirada de dos retablos cerámicos de la Santísima Virgen del Rocío y el Corazón de Jesús de la casa consistorial de Almonte, motivo por el cual fue trasladada la Reina de aquellas marismas como un acto de desagravio. Con todo ello, la romería desde 1931 a 1936 se pudo celebrar con casi toda la normalidad, hasta el estallido de la Guerra Civil.

En abril de 1937 el ABC de Sevilla publicaba un comunicado emitido desde Almonte, con el aviso de la suspensión de la “celebre y devotísima Romería del Rocío”, llevado a cabo por la comisión gestora Municipal y por la Real y Pontificia Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío, siendo ratificado por el gobernador civil de la provincia de Huelva.(15)

Comunicado de Almonte por la Suspensión de la Romería del Rocío de 1937. ABC de Sevilla.

Pese haber sido saqueada y destruida la Parroquia de la Asunción, se celebró en ella una novena de rogativa a la Santísima Virgen del Rocío. Acudieron numerosos fieles a la Iglesia para rendir homenaje de pleitesía a la Blanca Paloma, estampada en el magnífico Simpecado que regaló a esta Hermandad la familia de Julián Espinosa Escolar. El altar fue reconstruido con los pedazos que se pudieron aprovechar después de la destrucción. La capilla musical estuvo integrada por la de Bollullos Par del Condado. En la noche del 6 de mayo, día en que termina la novena, saldría procesionalmente un Rosario de penitencia y por la mañana de dicho día, la Función Principal, ya que no se celebraría en el santuario ninguna fiesta con dicho motivo.(16) Nuevamente en 1938 no se efectuó la romería, pero volvió a celebrarse en la Parroquia solemnes cultos, estando a cargo de los sermones del novenario por el padre Fray Luis Fernández Cala.(17)

Debieron pasar algo más de 80 años para que el pueblo de Almonte y devotos de otros lugares, se quedaran sin su gran fiesta de Pentecostés, el Coronavirus había llegado para quedarse. El 23 de marzo, la Hermandad Matriz tomó la difícil decisión de suspender la celebración de la Romería del Rocío, que iba a producirse desde el 29 de mayo al 1 de junio, todo ello acarreaba la cancelación de todo acto, como la procesión por el pueblo con sus galas de Reina el 17 de mayo y el regreso a su santuario el 24. No obstante y de forma extraordinaria con la presencia de la celestial Patrona de Almonte en la localidad, se celebró los cultos con todas las medidas de seguridad. Desde el 22 de mayo al 30, con una la solemne novena y en la mañana del 31, la misa de Pentecostés.

Nuestra Señora del Rocío en la Parroquia de la Asunción de Almonte para la celebración de Pentecostés en 2020. Fotografía de Mari Carmen Longobardo.

Conclusión, la suspensión de la Romería del Rocío desde su origen en 1653 que nos costa documentalmente son las de: 1658, 1665, 1666, 1667, 1809, 1856, 1937, 1938, 2020 y 2021.

Por Javi el almonteño.

  1. CORONEL CÁCERES, J.: “17 de septiembre, la Fiesta de Nuestra Señora de Las Rocinas. Los orígenes de la Romería del Rocío”. Revista Huelva en su Historia, Universidad de Huelva. 2018.
  2. (AMA) Actas Capitulares de Almonte. 22 de mayo de 1807. Legajo 7. 1.1.1
  3. MARTÍNEZ SOLARES,  J. M.: “Los efectos en España del terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755)”. Ministerio de Fomento. Madrid, 2001.
  4. MUÑOZ BORT, D. Y FLORES CALA, J.: “Hermanos Mayores de Almonte”, cuadernos de Almonte, nº 57. Huelva, 2001.
  5.  FLORES CALA, J.: “Historia y documentos de los traslados de la virgen del Rocío a la villa de Almonte. 1607 – 2005”, Cuadernos de Almonte, número extraordinario. Almonte, 2005.
  6. PEÑA GUERRERO, M. A.: El tiempo de los franceses. La Guerra de la Independencia en el suroeste español, Centro Cultural de la Villa. 2000.
  7. MAYO RODRÍGUEZ, J.: “El Rocío en la Guerra de la Independencia”, revista Exvoto nº 0, de la Hermandad Matriz. Sevilla, 2011.
  8. MUÑOZ BORT, D.: El Ayuntamiento de la villa de Almonte y la expansión de la devoción a la Virgen del Rocío (siglos xiv-xx). Parte cuarta y última, revista Exvoto de la Hermandad Matriz. Sevilla, 2014.
  9. Ibídem. MUÑOZ BORT, D. Y FLORES CALA, J.:…2001.
  10. Revista El monitor de la salud, 1 de abril de 1858, nº VII. Madrid.
  11. AMA, Legajo 17, 1856 – 1879, 1.1.1.
  12. La Época, 5 de mayo de 1856.
  13. La Nación, 13 de mayo de 1856.
  14. La Nación, 24 de mayo de 1856.
  15. ABC de Sevilla, 27 de abril de 1937.
  16. ABC de Sevilla, 6 de mayo de 1937.
  17. ABC de Sevilla, 25 de mayo de 1938.

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